La pretemporada de la Fórmula 1 en Baréin tuvo un contratiempo inusual cuando un apagón dejó sin energía varias zonas del circuito, obligando a interrumpir las pruebas con una bandera roja.
Las sesiones, cruciales para que los equipos ajusten sus monoplazas antes del inicio de la temporada, quedaron en pausa mientras los organizadores trabajaban para solucionar el problema. Aunque las causas exactas del fallo aún no han sido confirmadas, fuentes en el paddock sugieren que pudo deberse a un problema en la infraestructura eléctrica del circuito.
Los equipos aprovecharon la interrupción para revisar datos y ajustar configuraciones, pero la pausa generó preocupación, ya que el tiempo en pista es valioso para probar mejoras aerodinámicas y evaluar la fiabilidad de los monoplazas.
Una vez restablecida la energía, la acción se reanudó sin mayores inconvenientes, aunque algunos pilotos lamentaron haber perdido vueltas clave. Con la temporada acercándose rápidamente, cualquier interrupción en los test representa un desafío para las escuderías que buscan optimizar cada minuto en pista.