Según un informe de Deloitte, se espera que los ingresos globales del deporte femenino de élite alcancen los 2.350 millones de dólares en 2025. Este crecimiento representa un aumento del 240% en comparación con los 692 millones generados en 2022.
El baloncesto y el fútbol son los principales impulsores de este auge, representando juntos más del 75% de los ingresos globales. El baloncesto femenino generará aproximadamente 1.000 millones de dólares, mientras que el fútbol femenino alcanzará los 820 millones.
Este incremento se atribuye a la creciente popularidad y atractivo comercial del deporte femenino, con mayores ingresos por venta de entradas, derechos televisivos, productos derivados, patrocinios y publicidad. Eventos destacados, como el Mundial de Rugby de 2025 en Inglaterra y el Mundial de Fútbol Femenino de 2027 en Brasil, también contribuirán significativamente a este crecimiento.
La expansión de ligas profesionales femeninas, como la WNBA y la NWSL en Estados Unidos, refleja este auge. La WNBA incorporará una nueva franquicia, las Golden State Valkyries, en 2025, y planea añadir equipos en Portland y Toronto para 2026. La NWSL también está en proceso de expansión, con nuevas franquicias en ciudades como Cincinnati, Denver y Cleveland, y un equipo en Boston que se unirá en 2026.
Este crecimiento sostenido destaca el aumento del interés y la inversión en el deporte femenino a nivel mundial, consolidando su posición en la industria deportiva.