Muere Jimmy Carter, el 39º presidente de EE. UU., a los 100 años
El trigésimo noveno presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, ha fallecido a los 100 años en su hogar de Plains, una pequeña aldea de Georgia con solo 600 habitantes, donde nació y creció. Carter, quien ejerció la presidencia desde 1977 hasta 1981, había estado esperando su muerte desde hace tiempo. En marzo de 2022, decidió no someterse a más revisiones médicas, lo que generó especulaciones sobre su inminente fallecimiento. Sin embargo, siguió recibiendo tratamiento médico, pero optó por no someterse a nuevos exámenes para tratar la evolución de sus enfermedades. La causa de su muerte aún no ha sido revelada.
Carter había sobrevivido a un melanoma en 2015 que se había diseminado a su hígado y cerebro, siendo tratado con anticuerpos. Su padre y tres de sus hermanos fallecieron de cáncer de páncreas.
Un legado de decisiones históricas y crisis globales
El legado de Carter es complejo. Durante su mandato, se enfrentó a algunas de las crisis más significativas que siguen afectando al mundo hoy. En julio de 1979, apenas cinco meses antes de que la Unión Soviética invadiera Afganistán, Estados Unidos comenzó a armar a las guerrillas anticomunistas afganas, un acto que muchos consideran el inicio de una cadena de eventos que desembocaron en los atentados del 11 de septiembre, la intervención militar estadounidense en la región y, finalmente, el regreso de los talibanes al poder.
La invasión soviética de Afganistán también provocó que Estados Unidos dejara de comprar trigo a la URSS y prohibiera la exportación de tecnología avanzada a este país, incluyendo la necesaria para la extracción de petróleo y gas. Esta serie de medidas recuerda a la reacción de Occidente frente al ataque de Rusia a Ucrania en 2022. Carter, reflexionando sobre esos momentos históricos, expresó más tarde que, el 28 de diciembre de 1979, cuando se produjo la invasión soviética, «perdí todas mis esperanzas».
El legado de Jimmy Carter, tanto en la política interna como en la internacional, continuará siendo motivo de debate, pero su impacto en la historia de Estados Unidos y del mundo es innegable.
