El Gobierno de Haití ha anunciado el fortalecimiento de sus operaciones militares y policiales para combatir la creciente violencia de las bandas criminales que afectan a la población. Estas acciones han permitido neutralizar a varios grupos delictivos, representando avances significativos en la lucha contra la inseguridad.
A pesar de estos esfuerzos, la violencia continúa siendo un desafío. Por ejemplo, en diciembre pasado, una masacre en Cité Soleil, Puerto Príncipe, dejó más de 180 muertos, principalmente ancianos, perpetrada por el líder pandillero Monel Felix.
Además, en septiembre, el Gobierno extendió el estado de emergencia a todo el país debido al aumento de la violencia por parte de pandillas que controlan gran parte de la capital y amenazan con expandirse.
La situación ha llevado a la opinión pública a aceptar la idea de una intervención extranjera para restaurar la seguridad, siempre que cuente con el apoyo de los políticos haitianos y la promesa de conformar un gobierno de transición.