El 5 de febrero de 2025, las autoridades estadounidenses llevaron a cabo una serie de redadas migratorias en diferentes estados del país, enfocándose principalmente en pandilleros y personas con antecedentes criminales. En total, se arrestaron a más de 100 individuos, la mayoría de los cuales pertenecen a grupos criminales como el MS-13 y el Tren de Aragua.
Estas redadas, realizadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), forman parte de una operación de mayor escala para combatir la criminalidad relacionada con la inmigración irregular. Los detenidos serán procesados por violaciones a las leyes migratorias y en algunos casos, enfrentan cargos adicionales relacionados con sus actividades delictivas.
El gobierno de EE.UU. ha reiterado su compromiso de fortalecer las medidas de seguridad en las fronteras y de deportar a aquellos inmigrantes que representen una amenaza para la seguridad pública. Las autoridades afirmaron que las operaciones continuarán en las próximas semanas para desmantelar redes criminales en todo el país.
Este enfoque de seguridad ha generado preocupación entre defensores de los derechos humanos, quienes argumentan que las redadas afectan a inmigrantes que no tienen antecedentes penales. Sin embargo, el gobierno de EE.UU. ha subrayado que su objetivo es proteger la seguridad nacional y reducir el crimen.