El presidente de Panamá, José Raúl Mulino, anunció que su gobierno no renovará el memorando de entendimiento firmado con China en noviembre de 2017, conocido como la Ruta de la Seda. Esta decisión se produce tras una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, quien calificó la influencia china en el Canal de Panamá como «inaceptable» y advirtió sobre posibles medidas si no se implementaban cambios inmediatos.
Mulino enfatizó que el canal «seguirá siendo operado por manos panameñas» y descartó cualquier debate sobre su soberanía. Además, ofreció la colaboración de Panamá para servir como puente en la deportación de migrantes de países como Colombia, Venezuela y Ecuador, siempre que Estados Unidos cubra los costos asociados.
Esta decisión refleja las crecientes tensiones geopolíticas en la región y la influencia de Estados Unidos en las políticas de sus aliados latinoamericanos. La visita de Marco Rubio a Panamá forma parte de una gira más amplia por América Latina, que incluye paradas en El Salvador, Costa Rica, Guatemala y República Dominicana, con el objetivo de fortalecer las relaciones bilaterales y abordar temas de interés común.