La noche del miércoles, un avión de American Airlines con 64 personas a bordo colisionó con un helicóptero militar Black Hawk cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan en Washington D.C., provocando que ambas aeronaves cayeran al río Potomac. Hasta el momento, se han recuperado 28 cuerpos, y las autoridades no esperan encontrar sobrevivientes.
El vuelo 5342 de American Airlines, un CRJ700 Bombardier procedente de Wichita, Kansas, se encontraba en aproximación final cuando ocurrió el accidente. Los controladores aéreos habían autorizado al avión a aterrizar en una pista más corta, y momentos antes de la colisión, intentaron comunicarse con el helicóptero para asegurarse de que tenía al avión a la vista. Sin embargo, no hubo respuesta antes del impacto.
El helicóptero militar realizaba un vuelo de entrenamiento en el momento del accidente. Las autoridades han recuperado la grabadora de voz de la cabina del avión y están investigando las comunicaciones entre las aeronaves y los controladores de tráfico aéreo para determinar las causas exactas de la tragedia.
El Gobierno dominicano expresó su solidaridad con Estados Unidos y extendió sus condolencias a los familiares de las víctimas de este trágico suceso.
Este accidente es considerado uno de los más graves en la historia reciente de la aviación estadounidense y ha dejado a la comunidad en estado de conmoción mientras continúan las labores de recuperación e investigación.