El presidente Donald Trump ha emitido una orden para finalizar de manera inmediata la protección del Servicio Secreto brindada a Hunter y Ashley Biden, hijos del expresidente Joe Biden. La decisión fue anunciada públicamente a través de Truth Social, donde Trump describió la medida como un “desperdicio de dinero de los contribuyentes”, señalando que Hunter Biden tenía asignados 18 agentes y Ashley Biden, 13.
El mandatario justificó la acción argumentando que proporcionar seguridad del Servicio Secreto a adultos que no ocupan cargos públicos es innecesario y costoso. Este movimiento ocurre en medio de crecientes tensiones políticas y se interpreta como parte de la estrategia de Trump para criticar la administración anterior, especialmente en relación con las investigaciones sobre Hunter Biden y sus negocios.
Mientras el Servicio Secreto trabaja para cumplir con la orden presidencial, esta decisión ha desatado reacciones encontradas. Críticos consideran que se trata de un acto de represalia política y un ejemplo extremo de partidismo, mientras que sus partidarios defienden que es una medida lógica para reducir gastos innecesarios.