La reciente decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles adicionales del 10% sobre productos chinos y del 25% sobre el aluminio y el acero, ha generado preocupación en Europa. Además, la introducción de «aranceles recíprocos» sobre todos los bienes importados añade incertidumbre al panorama comercial. Thibaut L’Ortye, director de Asuntos Públicos de la Cámara de Comercio de Estados Unidos ante la Unión Europea, señala que las empresas estadounidenses en Europa están inquietas por el aumento de los derechos de aduana, ya que esto podría elevar los precios y afectar negativamente a los consumidores.
L’Ortye enfatiza la necesidad de previsibilidad para las empresas y aboga por una revisión estructurada de la política comercial estadounidense que permita a las empresas contribuir al debate y evitar medidas perjudiciales para la economía.
También destaca que, aunque existe un desequilibrio comercial negativo para Estados Unidos en cuanto a bienes con Europa, este se compensa con un balance positivo en servicios, y subraya la importancia de considerar las inversiones y operaciones de empresas estadounidenses y europeas en ambos continentes al evaluar la balanza comercial.